Más allá del registro al momento de percibir

Un contador proactivo no espera a que los hechos ocurran para registrarlos. Al contrario, anticipa, planifica y reconoce las obligaciones y gastos en el momento en que se devengan, no cuando se pagan o cobran. Este enfoque no solo es una buena práctica contable, sino también una estrategia clave para que la empresa tome decisiones con información actualizada y precisa.

Registro por el devengado: Un ejemplo claro

En el ámbito laboral, un contador que aplica el registro por el devengado sabe que debe reconocer ciertas provisiones mes a mes. Por ejemplo, el salario de Navidad se devenga desde enero, aunque se pague en diciembre. Lo mismo ocurre con las vacaciones y las prestaciones laborales: si no se registra su provisión mensual, la empresa puede enfrentar un impacto financiero fuerte al momento del pago, ya que todo el gasto se concentrará en un solo mes.

Más allá de lo laboral: provisiones estratégicas

El contador proactivo también considera otros registros que muchas veces se dejan para último momento, como la obsolescencia de inventarios, el 4% de provisiones para cuentas incobrables y la depreciación de activos. Estas provisiones, al registrarse mensualmente, permiten reflejar de forma realista el estado financiero y evitar sorpresas desagradables en los cierres contables.

Consecuencias de no ser proactivo

Imaginemos una empresa que no registra la provisión de cuentas incobrables durante el año. Llega diciembre y descubre que varios clientes no pagarán. El impacto en los resultados será enorme y el balance se verá distorsionado. En cambio, si esa provisión se hubiera registrado cada mes, el golpe financiero sería menor y ya estaría contemplado en la rentabilidad de la empresa.

Un hábito que mejora la toma de decisiones

Cuando el contador aplica el devengado y registra las provisiones a tiempo, los reportes financieros muestran la realidad económica de la empresa, no solo su flujo de efectivo. Esto ayuda a los gerentes y dueños a prever necesidades de capital, planificar pagos y evaluar la rentabilidad con mayor exactitud.

Conclusión

Ser un contador proactivo no es solo cumplir con la normativa contable, es ser un guardián financiero que anticipa, prevé y protege la estabilidad de la empresa. Registrar provisiones mensuales como el salario de Navidad, vacaciones, prestaciones, obsolescencia y cuentas incobrables no es una carga, es una inversión en información clara, confiable y estratégica para el futuro del negocio.